El aceite de lavanda contiene excepcionales beneficios para la salud como lo son su capacidad para eliminar la tensión nerviosa, aliviar el dolor, desinfectar el cuero cabelludo y la piel, mejorar la circulación sanguínea y tratar problemas respiratorios.
El nombre latino de la lavanda es Lavare, que significa “lavarse”, debido a su aroma particularmente agradable. El aroma del aceite esencial de lavanda es un potente repelente para muchos tipos de insectos como mosquitos, moscas y polillas. Aceite esencial de lavanda induce el sueño, siendo comúnmente recomendado como tratamiento alternativo para el insomnio.
El aceite de lavanda es conocido por sus propiedades calmantes y relajantes, que pueden ayudar a aliviar el insomnio, la ansiedad, la depresión, la inquietud, y el estrés. Debido a su amplia variedad de usos, el aceite de lavanda puede ayudar con casi todo tipo de dolencias: dolor por infección, muscular, articular y reumático, esguinces, dolor de espalda y lumbago. Simplemente, masajear el área afectada con aceite esencial de lavanda puro o diluido en un aceite base, según preferencia. El aceite de lavanda también puede ayudar a disminuir el dolor después de la inserción de una aguja.
La lavanda es particularmente potente como agente antiespasmódico, pacificador y tónico, con poderes antivirales, bacterianos y antiinflamatorios. De los muchos atributos terapéuticos del aceite de lavanda, el alivio respiratorio sería uno de los beneficios más consistentemente reportados. Especialmente beneficioso para el tracto respiratorio, en particular para congestión, tos, resfriado, y gripe. Facilita la respiración cuando los pulmones y los senos se taponan con flema.
Las propiedades cicatrizantes del aceite de lavanda son beneficiosas para la cicatrización de las heridas, incluyendo todos los tipos de quemaduras e incluso en el tratamiento de eccema, dermatitis, sarna y psoriasis.
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