Los perfumes Sondaromas son aquellas fragancias que entran en consonancia con tus aromas favoritos como entran en armonía los instrumentos de una orquesta al reproducir las notas musicales. El proceso de creación es un arte al que sólo los perfumistas profesionales pueden dar vida, calculando porcentajes de esencias y mezclándolas con ritmo y armonía para lograr perfumes complejos, redondos y perfectamente logrados. Por lo tanto, cada perfume en Son d’Aromas es una composición única, donde el arte y el olfato del perfumista quedan de manifiesto.
Los antiguos egipcios decían: “Quién respira el aroma de las flores, respira el alma de las flores.”
Como una canción, un perfume es una composición de notas fragantes. Los aromas que golpean tu olfato tan pronto como salen de la botella son las notas superiores. Te incitan a pensar en olores cítricos, flores, frutas, o hierbas aromáticas.
Lo que viene a la prominencia después de que las notas superiores se disipen con sutileza son las notas del medio o, cariñosamente llamadas, notas del corazón. Las notas del corazón son los olores que te atraen, sincronizando con tu psique y principalmente formadas por flores y especias.
Los llamados fijadores mantienen todos los aromas juntos, y se llaman notas de base. En su mayoría compuestas de maderas, raíces y resinas, las notas de base suelen ser fragancias que recuerdan la tierra. Le aportan a cualquier perfume la sensación de redondez, tranquilidad y fortaleza.
La España medieval fue un país fascinante donde convivieron beréberes, musulmanes, judíos y católicos, difundiendo sus perfumes por toda Europa. El califato cordobés alentó el crecimiento de flores perfumadas y la Biblioteca de Córdoba creció y llegó a ser tan importante como la de Alejandría. Aparte de Venecia, España fue uno de los principales canales de suministro de productos de perfumería en el siglo XV. Con los territorios conquistados en América, Perú y México, España aporta una nueva fuente de plantas, flores y especias a Europa, y el siglo XVI se convierte en el siglo del perfume…