El aceite de germen de trigo es naturalmente rico en vitamina E y otros tocoferoles que, combinados con su alto contenido de ácidos grasos esenciales Omega 6, lo convierten en un producto ideal para la nutrición y cuidado de nuestra piel. El aceite base de germen de trigo es un excelente emoliente, aportando una grata sensación de bienestar en la piel. El aceite de germen de trigo es ideal como aceite de baño o aceite de masaje.
El germen de trigo es el embrión de la semilla, que germina en la planta. El germen se carga con nutrientes esenciales: tales como proteína vegetal, fibra, vitaminas, minerales (fósforo, zinc, hierro, selenio y potasio) y ácidos grasos que han demostrado ser beneficioso para el cabello, la piel y la salud en general. El aceite de germen de trigo se extrae del mismo germinado.
Es una gran fuente de vitamina E, actuando como un potente antioxidante y ayudando a combatir los radicales libres. El germen de trigo es conocido por poseer al menos 23 nutrientes impares, incluyendo las vitaminas A, B, D y E. Ayuda en la limpieza de la cara de manera eficiente, reteniendo la humedad y regulando el exceso de sebo que podría conducir a otros problemas de la piel como acné, espinillas, etc. No obstruye los poros, ya que es no comedogénico. La vitamina A, D y ácidos grasos presentes en el aceite de germen de trigo sanan la piel agrietada y regeneran las marcas y cicatrices. Rico en ácido linoleico y actúa como nutriente del cabello dañado y sin vida.
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