Al aceite de bergamota se le atribuyen propiedades como desodorante, vulnerario, vermífugo, antibiótico, antiséptico, antiespasmódico, sedante, analgésico, antidepresivo, desinfectante, febrífugo, cicatrizante y digestivo.
La bergamota es un árbol de la familia de los cítricos cuyo fruto, muy parecido a la naranja pero con forma un poco más de “pera”, es extremadamente amargo. Es popular encontrarlo mezclado junto con té negro en el famoso Earl Grey o en confituras y mermeladas.
Los componentes del aceite de bergamota, son antidepresivos y estimulantes en la naturaleza. Crean una sensación de frescura, alegría y energía en casos de tristeza y depresión al mejorar la circulación de la sangre. Ciertos componentes del aceite esencial de bergamota son antibióticos y desinfectantes; ellos inhiben el crecimiento de gérmenes, virus y hongos. También combaten eficazmente las infecciones, incluyendo las de la piel.
El aceite esencial de bergamota reduce la sensación de dolor en el cuerpo. En realidad, estimula la secreción de ciertas hormonas que disminuyen la sensibilidad de los nervios al dolor. Por lo tanto, es muy útil en caso de dolores de cabeza, esguinces, dolores musculares o cualquier otro síntoma o dolencia que requiera tratamiento con analgésicos.
Las mismas propiedades desinfectantes y antibióticas del aceite de bergamota lo convierten en un buen agente antiséptico. No sólo promueve la curación rápida de heridas, grietas en la piel y talones, úlceras, eczema y picazón, sino que es también un tónico, lo que significa que tonifica el sistema respiratorio, circulatorio, digestivo, excretor y nervioso, así como la piel y los músculos. También es anticongestivo y se utiliza en vaporizadores para aliviar la congestión y los problemas respiratorios, especialmente durante la tos y los resfriados.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.