El uso de gel de ducha deja un suave aroma en la piel además de una grata sensación de limpieza y frescura. Es una forma sencilla y agradable de higiene integral que invita a la relajación y al disfrute. Hay distintos tipos de gel de ducha, cada uno con diferentes propiedades, olores y beneficios. Los distintos tipos de piel tienen diferentes necesidades, por lo que es posible que desees considerar comprar un gel de ducha que se adapte a esas necesidades. Los geles de ducha suelen hacer burbujas más grandes que las de los jabones, y dependiendo del gel, esto nos da la posibilidad de usarlos en la bañera para un relajante baño de espuma. Si tienes la piel seca puedes usar un gel de coco; para la piel normal, estás de suerte y puedes usar casi cualquier gel de ducha que desees. Ten en cuenta, sin embargo, que los geles de ducha destinados a la piel seca serán más hidratantes, mientras que los destinados a la piel grasa suelen tener propiedades clarificantes que eliminan los aceites corporales. Para las pieles grasas, por ejemplo, un gel de ducha con aloe vera ayuda a regular los aceites corporales y equilibra el pH. Si lo que deseas es liberar tensiones y aliviar el estrés, una ducha con gel de té verde te hará sentir relajada, fresca y liviana.
En el caso de los geles de ducha en cosmética natural, éstos hacen menos burbujas que los geles normales, y es por eso que no los recomendamos para baños de espuma. Sin embargo, son mucho más cremosos, hidratantes y altamente beneficiosos para el cuidado de nuestro cuerpo.